grillosazules

Si le interesan mis temas me pueden escribir a grillosazules@gmail.com que de seguro le responderé, y ya está.

Thursday, July 03, 2008

Saludo desde mi corazón el regreso de Ingrid Betancourt


Aún sin terminar de leer las noticias sobre el rescate de Ingrid Betancourt me pongo a escribir estas líneas, bastante apuradas, así que pueden estar incoherentes y mal escritas, porque son el único escape a tanta emoción en mi pecho.
He seguido de cerca en estos últimos meses todo el jaleo en que devino el secuestro y el cautiverio de esta mujer, y también del resto de los prisioneros por las FARC, y no veía las horas santas que en todo terminaría y pudieran regresar cada uno a sus casas, y ayer, precisamente en los momentos en que comentaba con una colega cercana sobre el tema, en un lugar lejano de la selva colombiana ocurría el espectacular episodio de la liberación.
Estoy emocionada con lo que acabo de leer, quedé conmovida casi hasta las lágrimas y feliz, confieso que hasta salté un poquito y no me dio pena de que mis amigos en la redacción me miraran, porque la cuestión es muy importante, Ingrid y un grupo de personas están de nuevo con su familia, y queda en el aire sobrevolando la idea de que ¿tendrá alguien el derecho de secuestrar a un ser humano en aras de ideologías o intento de serlo? Creo que en eso hay mucha tela por donde cortar. Entonces desde aquí saludo esa liberación con todo mi corazón.
Bien por quienes lo fraguaron y llevaron a término. De corazón los felicito si el fin fue devolverle la libertad a este grupo de individuos, ojala sirva para que el resto, que aún se mantiene en la selva quede en libertad muy pronto, aunque tampoco puedo olvidar que en las cárceles colombiana hay otros a los que también se podrían liberar, de eso además se pudiera hablar. Pero por ahora solo quería saludar el regreso de Ingrid Betancourt.

Monday, June 30, 2008


Esta imagen la tomó mi amigo Elier de Hombre mientras hacía su estancia como médico en Belice el año pasado. Le había pedido una foto de un caballo y me dijo que tenía algo en su archivo personal tomada en esos parajes intrincados donde curó a muchas personas y hasta le dio clases a los niños, entonces me acaba de enviar ésta que realmente bien vale un espacio y sobran comentarios.
A él lo extrañó considerablemente su comunidad aquí por Ermita en su consultorio de Plaza, donde se ha dado a querer por su lealtad y bien quedar con sus pacientes, dos cosas importantes en un doctor y mucho más en un ser humano.
Muchos y muchas del barrio le deben su restablecimiento y su estabilidad emocional, le deben también su preocupación de cada día, su puntualidad constante, su buen caracter y sus diagnósticos precisos.
Yo realmente nunca quisiera enfermarme pero la idea, cuando me cruza sigilosa, no me asusta ni deprime si pienso que al doblar de la esquina hay alguien a quien acudir con una sonrisa sin que esto implique algún compromiso.
Por eso la gente lo echó de menos cuando se fue, si señor, la verdad es así de sencilla, y no hay día que no se mencione a la hora de almuerzo y hasta se le atragante la comida a alguien solo al pensar que nuevamente lo vuelvan a mandar a algún otro país aunque sea a curar a otros enfermos.